domingo, 31 de enero de 2021

Lumbre y armonía

 Hay un lugar de encuentros y figuras que traza un tiempo de luz en la memoria: tú. Eres el lugar de apariciones del recuerdo que hace de ti una permanente duda. Tu palabra es la lumbre pero también la sombra;tu corazón el dictamen concorde de la armonía que puedes llegar a vivir.

Lumbre y sombra, dictamen y concordia.

 Hay un lugar de encuentros y figuras que traza un tiempo de luz en la memoria: tú. Eres el lugar de apariciones del recuerdo que hace de ti una permanente duda. Tu palabra es la lumbre pero también la sombra;tu corazón el dictamen concorde de la armonía que puedes llegar a vivir.

sábado, 30 de enero de 2021

Inicio incandescente

 En el inicio de todo está tu vida; cuando hallas su silbo te atreves a abandonar su sendero; y la propia vida te va devolviendo hacia el centro indudable de donde nunca debiste salir porque la música del hombre es vanidad, pura incandescencia lábil y efímeramente ridícula.

El porvenir sin huellas

 Lenta y decididamente el porvenir asienta sus huellas en el tiempo.

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En el inicio de todo está tu vida; cuando hallas su silbo te atreves a abandonar su sendero; y la propia vida te va devolviendo hacia el centro indudable de donde nunca debiste salir porque la música del hombre es vanidad, pura incandescencia lábil y efímeramente ridícula.

domingo, 24 de enero de 2021

Releyendo a Kertész, lector en las edades del hombre.

"AUNQUE  los malos presagios se ciernen sobre el hecho de mi vida, he de saber que la cuestión no es el temor a la muerte, sino precisamente lo contrario: la distracción exietencial. He olvidado la muerte, y eso proyecta una sombra sobre la seriedad de mi existencia. Si mi vida ni fuera inaudita, no valdría la pena hablar de ella", leemos en una secuencia ponderadamenete hermosa de Kertész mientras comenzamos un día de grises oliváceos. 

En la mañana, mientras la lluvia traza en el silencio un tintineo musical, casi rítmico, releo algunas páginas de Yo, otro, de Imre Kertész (Acantilado, 2002). Tomo de nuevo el lápiz entre las manos, repaso los subrayados de antaño y realizo, quizás con más delicadeza, algún subrayado más por añadidura; sumo alguna secuencia más que antes no había advertido o que la edad de entonces no me dejaba vislumbrar como ahora. 

Este ejercicicio de enmiendas, cada vez más constante, cada vez más presente, me está conduciendo a una reflexión sobre la transformación de los lectores y la condición humana. Una suerte de "las edades del hombre" podría decirse del lector, "las edades del lector", un axioma de pensamiento sobre la evolución o transformación de los lectores como individuos pasajeros y lábiles que quizás solo existen en el momento justo de la lectura y en ese tiempo preciso. La vida de un lector, desgajado de quien es, es tan efímera como el tiempo de la lectura. 

Quedan los ecos y la experiencia de la palabra, de la palabra verdadera de la literatura que siempre es, en efecto, luminosa, transformadora, radicalmente humana. 

"Toda obra es única, su gran inspirador e inquisidor es el temor a la  muerte", escribe I. Kestész. 

sábado, 9 de enero de 2021

Música de Bach, poesía: sentencia del tiempo.

CULMINO la mañana incipiente con la música de Bach; una reconciliación con las formas que deben ser amadas. ¿Y qué formas hay en la música, qué experiencia traslada una composición musical, cuál es la naturaleza misma de la música? El misterioso vínculo de la ciencia y la belleza se convoca, como en ninguna otra creación, en la música. Y esta es evidencia de que hay una armonía, unidad de acción en el mundo que se esconde en estas composiciones prodigiosas. Hallarlas, llegar si quiera a advertirlas con la luz del corazón y los pasos de la inteligencia son ya suficientes muestras de que la vida posee sentidos que justifican nuestro paso por la tierra, nuestro leve suceder. Estas obras, erigidas por espíritus como el de Bach, nos convocan en la memoria una ceremonia de la existencia suficiente y verdadera.  

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Escribe Ricardo Piglia en Formas Breves, -y traslado aquí literalmente, como un Pierre Menard en la mañana que reescribe el pasaje-, acerca de la literatura de Macedonio Fernández y de las relaciones entre pensamiento y literatura en el autor argentino y, por ende, de la literatura en general:  

"Pero hay una cuestión", dice Renzi."¿Cuál es el problema mayor del arte de Macedonio? Las relaciones del pensamiento con la literatura. [...] Le parece posible que en una novela puedan expresarse pensamientos tan difíciles y de forma tan bastracta como en una obra filosófica, pero a condición de que parezcan falsos. "Esa ilusión de falsedad, dijo Renzi, es la literatura misma".  

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Leo el nuevo libro de Antonio Colinas, En los prados sembrados de ojos (Siruela, 2021). Aun manteniendo el pulso inicial de la creación, de los temas, de los recursos que identifican su palabra poética, no encuentro al poeta de entonces, al que impregnaba su discurso con la esencia fundamental y me llevaba, diáfno y límpido, al centro mismo de la razón luminosa. Y esto me conduce a pensar en la renuncia, en la necesaria intervención del silencio en el camino creador de un individuo. 

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La belleza es la posibilidad que tienen todas las cosas para crear y ser amadas", dice Valle-Inclán en La lámpara maravillosa. 



jueves, 7 de enero de 2021

La esencia en cada cosa

 HOY,  a poco que comenzó la mañana, recordé el texto 96 del Libro del desasosiego de Pessoa:

"Vivir es ser otro. Ni sentir es posible si hoy se siente como ayer se sintió; sentir hoy lo mismo que ayer no es sentir; es recordar hoy lo que se sintió ayer, ser hoy el cadáver vivo de lo que ayer fue la vida perdida". 

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Leo en Herman Hesse, en Lecturas para minutos, lo siguiente: 

"El sentido y la esencia no están detrás de cada cosa, están en ellas, en cada cosa". 

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Cuando comenzamos el día, la mañana mostraba un gris intenso y de mármol viejo, la lluvia sacudía con fuerza las calles abandonadas, apenas se intuía el amanecer. Y, a poco que comencé a escuchar, como ritual antiguo, música en el coche, recordé el texto de Pessoa, el del capítulo 96 que tengo subrayado en azul y rojo, el que, de vez en cuando, me reconstituye con solemnidad y acierto cuando siento esa nostalgia de vivir sin vida o desprenderme de lo cotidiano y alcanzar la esencia en cada cosa, en ellas mismas. 


miércoles, 6 de enero de 2021

Los inviernos: Coleridge y Shopenhauer.

 CUANDO los inviernos eran inviernos Historia de una estación, de Bernd Brunner (Acantilado, 2020): 

"Los inviernos invitan a detenerse, a repasar las cosas una vez más, o tal vez sólo a concentrarse en lo esencial. El invierno muestra limitaciones y nos revela lo vulnerable que somos. Aunque no represente ya el desafío existencial que implicaba antaño, el invierno nos muestra que exste un mundo opuesto al de la abundanciadel verano".

Ahora que todos manejamos los datos en Internet sobre los fenómenos meteorológicos  y sabemos, a la hora, lo que va a suceder y cómo, hubo un tiempo en el mundo en que las estaciones llegaban como del cielo, sin avisos, tan solo a la vista y el sentitr en el cuerpo de los hombres. Y había, entonces, una meditación, aunque fuera repentina, un detenimiento ajustado a estación que estuviera en ciernes. Puede que ahora seamos más efectivos y precisos pero hemos perdido la observación equilibrada sobre naturaleza. 

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 Estamos con Coleridge en cuanto a la poesía: "The best words in the best order". 


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Cuánto anhelo de un verdadero sentido en el trabajo como el humanista "otium cum litteras", en el que discurra la palabra por mor de la mera sabiduría, del aprendizaje con el otro, del rigor y la profesionalidad a la que nos debemos. El tiempo venidero, el que ya muestra sus pisadas, eleva la ignorancia a la altura del esfuerzo por saber, porque para conocer hay que poner empeño o, en palabras de Shopenhauer, voluntad. 

 

martes, 5 de enero de 2021

Yo sé quién soy: Cervantes, Dante y Vivaldi.

EL  «mar narrativo», como lo llamó Thomas Mann; seguimos con la lectura de Cervantes justo cuando la tarde comienza a pronunciar sus primeros contrapuntos hacia la noche. En el capítulo V del Quijote de 1605 leemos la frase: "yo sé quién soy". Toda vez que es recogido por el vecino tras la paliza del Vizcaíno el personaje hace palabra una idea literaria. Esa frase sintetiza no pocas corrientes filosóficas ni esencias literarias de otras obras anteriores o posteriores.   

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Cervantes me conduce a Dante: «Galeotto fue el libro y quien lo hiciera». Verso del "Infierno" que propone una acusación al libro y su autor: el efecto de su lectura sobre los dos amantes, Paolo y Francesca que provoca la muerte, física y espiritual. Es un pasaje que prosigue la influencia de la lectura, de los libros en la vida humana. 


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Vivaldi, "Vedró con mio diletto", el emperador Anastasio I Bizancio, inmerso en la guerra civil contra el rebelde Vitaliano, ansía el reencuentro con su esposa Arianna. Maravilla de uno de mis compositores predilectos

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Y mientras la noche va cayendo sobre los ojos hasta hacerlos ciegos, solo guiados por el ritmo concorde del corazón, va uno admitiendo que solo es en la idea perversa de dejar de ser.   


Vedrò Con Mio Diletto

Vedrò con mio diletto
L'alma dell'alma mia
Il core del mio cor
Pien di contento

Vedrò con mio diletto
L'alma dell'alma mia
Il core del quisto cor
Pien di contento

E se dal caro oggetto
Lungi convien che sia
Sospirerò penando ogni momento

Vedrò con mio diletto
L'alma dell'alma mia
Il core del mio cor
Pien di contento

Veré con Mi Amado

Veré con mi amada
El alma de mi alma
El corazón de mi corazón
Un placer

Veré con mi amada
El alma de mi alma
El núcleo del quisto cor
Un placer

Y si desde el objeto querido
Está lejos de convencer de que es
Suspiré con cada momento

Veré con mi amada
El alma de mi alma
El corazón de mi corazón
Un placer




lunes, 4 de enero de 2021

Zefiro torna, madrigal vespertino.

"ZEFIRO torna", de Monteverdi, para comenzar en la tarde de nuevo con la lectura. En forma de ciaccona passacaglia parece ser el primer caso de un dúo vocal que usa tal ritmo como acompañamiento. De la variettas del primer renacimiento llegamos a la repetición rítmica que nos anticipa el mundo del barroco. El texto a continuación, un madrigal: 

efiro torna, e di soavi accenti
l'aer fa grato e'l piè discioglie a l'onde
e mormorando tra le verdi fronde
fa danzar al bel suon su'l prato i fiori.

Inghirlandato il crin Fillide e Clori
note temprando amor care e gioconde
e da monti e da valli ime e profonde
raddoppian l'armonia gli antri canori.

Sorge più vaga in Ciel l'aurora el Sole
sparge più luci d'or più puro argento
fregia di Teti il bel ceruleo manto.

Sol io per selve abbandonate e sole,
l'ardor di due begli occhi el mio tormento
come vuol mia ventura hor piango, hor canto.

Zefiro vuelvey con dulces acentos
el aire encanta y libera a los pies de las olas,
y murmurando entre las hojas verdes,
hace bailar con su dulce sonido a las flores.

Con guirnaldas de cabello, Phyllis y Cloris
cantan canciones de amor, cariño y alegría
a través de los montes y vallesaltos y profundos,
Redoblando la armonía de su canto en las cuevas.

Surge muy lenta en el Cielo la aurora del Sol
derrama luciendo el oro más brillante,
el manto celeste de Tetis con la más pura plata.

Solo yo por la selva solitario y abandonado,
el ardor de dos hermosos ojosy mi tormento,
como exige mi fortunaahora lloranahora cantan.

[Textos de https://crearmusica2.blogspot.com/2012/01/zefiro-torna.html]



Con una evoación de Quevedo, "[...] ciega noche llevo", comenzamos a dar pábulo a este 2021 con El Quijote y la música de Monteverdi. 

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Hay una necesidad exasperante de volver por los pasos recorridos y eso es símbolo de memoria en huida y del paso de azucena del tiempo. 





viernes, 1 de enero de 2021

Montesinos I

 "El Quijote", la montaña repleta de encinas, el aire del invierno frío y diáfano, los niños cerca, el silencio del campo.

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"La cueva de Montesinos", capítulo XXII del Quijote de 1615, es un adelanto de toda la literatura de ficción venidera pero, igualmente, funciona como un crisol de autores de la antigüedad. Su relectura siempre evoca nuevas referencias culturales en los hilos de su creación.