Trópico de la Mancha

miércoles, 20 de junio de 2012

CASI sin posarme en las palabras, trato de respirar en un círculo profundo. La piel de E. sigue marcando la piel del mundo y su delicadas manos mis antojos y delirios. Observo con ella el mundo levantándose como del alba y cegados los dos por la incomprensión y la inconciencia sentimos puramente que compartimos la sangre. 

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E. también me lleva a la extrema selección de lecturas. ¿Tuve que alejarme de ella en algún momento? E. me deja a las claras que la lectura es un estado febril, de ensimismamiento en el otro y que no cabe concesiones momentáneas, que no cabe más que lo esencial. Así se llenará nuestra alma de sustancia fértil, de las ínclitas melodías de la aurora.