Trópico de la Mancha

jueves, 23 de julio de 2015

HABÍA encontrado la piedra en la orilla. Es del mismo tamaño que las demás, del resto, de las cuatro que tenía siempre conmigo y que me regaló, de sus manos gruesas, un indolente. Esta es negra y eso me sigue provocando cierta reticencia a llevarla encima, pero creo que sirve para equilibrarlo todo. 

Comienzo un poema: 

¿Y quién podrá sacar lo puro
de lo impuro tan solo con los nombres?
[...]

Y retoco el del destierro y muerte de Ovidio:

TRISTES Y PÓNTICAS
Con Ovidio

Que no te envuelvan los arándanos
con su color rojizo ni que tomes
estas raciones limpias de la luz
como si fueran fin y permanencia.
[...]

Leo.