viernes, 22 de enero de 2016

CALÍMACO supo exponer los dones de las Musas con una clarividencia inaudita. Polimnia, me quedo pensando en ella: dio armonía a todos los cantos, afirma el poeta. 
En la poesía hay una música aritmética, de la palabra, el silabeo, la construcción. Esta música queda establecida en el Timeo de Platón como una música superada por la "música del intelecto". Hace años afirmé que me motivaba  dos motivos siempre para hablar de poesía: la música del idioma y la música del ser. Ya Platón había consignado esta dicotomía muchos siglos antes. 
La música entendida por el intelecto de los números y no por el sentido del oído; la música precipita la armonía interna que precipita los contrarios; la música entendida como una escalinata en la que Polimnia establece la distancia circular de la vida y la muerte.