miércoles, 10 de enero de 2018

Bécquer y Quevedo, calas en la noche.

HACÍA tiempo ya que no leía a Bécquer. Para decir la verdad y ser franco, hace unos meses estuve leyendo algunos pasajes de sus relatos. pero su poesía la había dejado desde hace demasiado tiempo. 
He cogido el volumen que compré en Sevilla, en el año 99, y en el que tengo subrayado y glosados casi todos los versos de mis rimas predilectas. De todas, esta: 

Yo soy el invisible
anillo que sujeta
el mundo de la forma
al mundo de la idea.

Con los ecos del mundo clásico, con la intersexualidad semántica de la dimensión cósmica, con la tierra, el mármol y el gusano, leo a Quevedo:

[...]
Tierra te cubre en mí, de tierra hecho;
la conciencia me presta su gusano;
mármol para cubrirte dé mi pecho"
[...]


domingo, 7 de enero de 2018

4:50 horas, la lluvia ufana de sí.

4:50h. Llueve. Hay un zumbido en el silencio que acompaña el tintineo de la lluvia en la calle. El viento azota el cuerpo entregado de la noche. Leo con sigilo y escribo algo en las guardas con lápiz. Arriba, duermen, los tres. Me dirijo a la puerta. Cuánta levedad ya en mi piel.

"Los conocimientos intelectuales son papel", afirma Hesse en "Lecturas para minutos" y continúa con las siguiente sentencia: "Hay pensamientos y sermones colectivos, pero no hay una poesía colectiva".Y culmina la secuencia la siguiente afirmación: "No es arte original a costa de la comprensibilidad y de la forma clara e inequívoca".
Por ende, "el arte vale lo atemporal, no la moda".


martes, 2 de enero de 2018

De púrpura y nieve 2018

ASÍ, con la  bimembración de este enunciado, con el sonrojo de no cejar en el empeño de escribir, comenzamos este 2018, once años de escritura personal, absolutamente libre, como una figura sin sombra, como una entonación de que he venido siendo. 

Un verso de fray Luis vuelve a darle unidad a todo un año de escritura y vida, Oda XIII, "De la vida del cielo".

Toda escritura es la construcción de la conciencia humana. Como en el Cratilo de Platón, dar nombre es despertar al espíritu hacia las músicas de los sueños y las fábulas. Por eso mismo, la poesía, el nombre dador y transformado, debe estar escrito desde esa consciencia. La historia de las lenguas consienten la historia de sus espíritus. Es más, todas conforman la historia del espíritu de la humanidad.  Con Hegel, el lenguaje es “la visible invisibilidad del espíritu”.  
Sin embargo, en el mismo ejercicio del lenguaje, en la edificación racional de la palabra existe un oscurecimiento y una dispersión de lo natural. Entre una y otra, entre conocer y reconocer, el círculo sonoro de la palabra poética. En términos de Hegel, "oímos nuestro ser".