miércoles, 28 de septiembre de 2016

To be conscious is not to be in time

DE NUEVO, en la inmediatez de la noche, Burnt Norton de Eliot. Y los versos que subliman la lectura enfervorizada:

To be concious is not to be in time

Pero solo en el tiempo se puede conquistar el tiempo, ser tiempo mismo es el desvelo al que se referían los griegos antiguos. La aletheia, el desvelo de la realidad propia en otra realidad sostenida, que se hace en el tiempo pero que no es tiempo:

Only through time time is conquered

Cuando elo a Eliot tengo el pálpito de tener a Petrarca muy cerca, casi latente en cada verso. Y a Dante recitando en susurro la Biblia. Mas no puedo dejar de entrever un discurso de su tiempo, de la vida de Eliot. 





lunes, 26 de septiembre de 2016

La víspera

DESPUNTA, sagaz, al retortero. Comienza la mañana con toda la víspera de una vida entera, una variante diaria que te sostiene. El silencio aureola los márgenes de la mañana y en ellos me transfiguro hasta hacerme polifonía. La invisibilidad es una quimera añorada y un deseo de plenitud. 

     

domingo, 25 de septiembre de 2016

CIORAN y la fruta podrida de un árbol.

VUELVO A LEER  a Cioran. Un cisne negro, como Pessoa, ultraja la realidad para colocarla con la visibilidad del envés del tiempo. Lee uno a Pessoa, a Cioran, también a Hesse hipnotizado por la sucesión de ideas y realidades semánticas que se trenzan como una suerte de enigma. En un párrafo, puede uno encontrar toda una teoría filosófica y, sin duda, el epítome de una novela que no superaría estas breves anotaciones en grandeza y profundidad. 
Puede que el tiempo en el hombre no sea más que una decadencia anunciada y material. la decadencia de todo lo que Platón anunciaba como la idea, el noumeno, quizás la fuerza teológica. 

Dice Cioran en El libro de las quimeras: "Todo su proceso de decadencia no es más que un sucesivo distanciamiento de la existencia, pero no un distanciamiento por medio de la trascendencia, de la sublimación o de la renunciación, sino por una fatalidad parecida a la que hace caer a tierra la fruta podrida de un árbol. Toda decadencia es una deficiencia en la existencia y una pérdida de existencia, de suerte que la soledad del hombre es al mismo tiempo soledad de la nada y soledad del ser". 

Huelga decir que somos esa fruta podrida del árbol con el paso del tiempo y que esa evidencia material y espiritual es la que nos confiere, precisamente, nuestra categoría en el universo. Es una reflexión de la nada, pues el tiempo presente es un eco vacío que transporta el deseo del pasado al futuro. En esa fisura, en ese pasaje raudo y casi volátil se encuentra la literatura, quizás, la poesía en su forma más exacta. 



 

miércoles, 21 de septiembre de 2016

La naturaleza de lo interminable

UNA GRAN extrañeza con todo: un alejamiento repentino de acciones habituales, palabras que recrudecen los recuerdos, una alevosía imaginada en la vida de los otros, la manía de seguir leyendo y escribiendo, de proseguir edificando un discurso literario, vital, en cualquier caso, de entereza ante los días venideros, con toda la fortaleza para erguirse más allá de mis días. 

Vivo un giro perpetuo, una transformación de los que me rodean. O quizás soy yo internamente el que percibe la realidad con otros parámetros, con la cascarilla del tiempo, con la oxidación de lo previsto. Amo a ciertos individuos, los tengo por necesarios para la vida. El alejamiento me provoca turbación y una melancolía profunda, acaso un derrumbe interno. 

Sigo leyendo con mucha lentitud. Escribiendo con la permuta que va sufriendo todo. Todo parecía dispuesto con la naturaleza de lo interminable y es esa una lección para la vida. Todo muda, todo se desvanece, todo se desfigura a pesar de nosotros mismos.    

 

martes, 20 de septiembre de 2016

El rigor del silencio

EL RIGOR del silencio es arteria central.

***

Todo está en ti y nada eres al mismo tiempo.

***

A veces, sin saber qué los demás se comportan como si uno hubiera hecho algo indefectible. ¿Será esa la insoportable levedad del ser?






viernes, 16 de septiembre de 2016

La poesía es una gravedad que irrumpe en la recoleta morada del ser del mortal.

EL ARTE  es un llamamiento, una evocación al cambio del ser. La poesía es la forma inteligible de una sustancia que emana del origen que poseemos en cada uno de nosotros. La forma adoptada es tan solo la raíz, el encuentro con lo estético es una experiencia transgresiva e ingresiva. Transformadora, viene a provocarnos un cambio a lo que nunca hemos sido. 

La poesía es una gravedad que irrumpe en la recoleta morada del ser del mortal. 

jueves, 15 de septiembre de 2016

Original y autobiográfica

AFIRMABA Unamuno que toda novela verdaderamente original es siempre autobiográfica. Y en este aserto se encierran un dechado de claves literarias que me resultan atractivas y muy sugerentes. A saber: vida y literatura, verdad y ficción, originalidad y verosimilitud, novela y relato y, claro está, como la vida se debe permutar en literatura para el escritor. Esto último que escribo se produce gracias al ejercicio de la lectura, no de la escritura, sino de la lectura. 

La obra de Unamuno se comprende con más amplitud interpretativa un siglo después. Entre las novelas de Claudio Magris, Coetzee o Vila-Matas  la de Unamuno brilla, se impone en cualidades lingüísticas, en profundidad de pensamiento y en propuesta estética y ética. otro caso parecido es el de Macedonio Fernández.  

Aunque con el tiempo, que va derrumbando la vida, creo que cualquier poeta verdadero es siempre poeta del Tiempo en poesía; y que los que tratan de componer poemas de ahora no hacen sino comunicar, como lo hace un anuncio o un periódico. La creación pertenece al ámbito de la supremacía de la consciencia y a ese punto muy pocos llegan.  

miércoles, 14 de septiembre de 2016

TODA, VIDA, POESÍA, TODO SILENCIO.

TODA vida no será más que su relato. 
El relato es la transposición de la memoria al razonamiento de las lenguas. La lengua es estática en sus fronteras. No conduce ni a un pasado ni a un presente, solo a un acontecer. Platón llevaba toda la razón al hablar de que todo es volver a ser. 

TODA consciencia de la vida es poesía. 
La poesía es la transposición hímnica de la memoria mediante las lenguas. Estamos en el límite  de la monodia, nuestra naturaleza, con la polifonía, la naturaleza superior. 

Todo silencio es superior a todo. 

El silencio acontece cuando la voz prístina de nuestro ser se funde en el acontecido morir hasta el infinito.   

sábado, 10 de septiembre de 2016

Café con Petrarca y Garcilaso

EN OCASIONES escribir en el diario es callar. Medita uno sobre las acciones de los que admira, realiza una cesantía en las lecturas, revisa lo que en el mundo antiguo se denominaba el status, aquello que luego se vertió a la lírica renacentista, con Petrarca, y que Garcilaso introdujo al convenzo de su soneto: Cuando me paro a contemplar mi estado...
Podría decirse que, en esta ocasión, ha durado más tiempo de lo previsto, de lo que en ocasiones utilizo para volver en mí y no dejarme arrastrar por el ruido de lo cotidiano. 
En casa estamos cariacontecidos por el futuro nacimiento de F. Nos tiene entregados, ha venido aureolado de emoción para los tres, nos ha vuelto a levantar la escala de amor y conmoción, pero ahora además con la vivencia de E. 
Por otro lado, me llegaban estos días las pruebas de Las contemplaciones. Páginas del 2011 de este Trópico y de los cuadernos que se han querido unir para formar una propuesta de visiones, lecturas, palabras y pensamientos alrededor de la vida, en la vida misma. Este hecho me ha provocado la a grafía; al tiempo que corregía de noche, dejaba de querer escribir, al tiempo que volvía sobre los pasos por donde me han traído a este estado, deseaba cambiarlo todo, volver a ese año de Escocia, de Italia, de lecturas, de vida que ya tan solo van a quedar en el perfil semántico de ese volumen. Habrá en él más verdad que en todo lo que yo quiera recordar de entonces. 
Puede que un lector, un escritor no halle nunca su estado más que en la literatura y que ese desasosegante circuito provoque la tentativa de la agrafía. Aunque, después de estos días de contemplaciones, pienso que todo es un círculo inmenso, repetitivo, de eterno retorno en que cada vez se hace más ancho si pertenecemos a la verdad, la belleza y el amor. 

Como todo individuo poseo las imperfecciones del mortal e incluso admito que soy un rufián y celoso de mí, pero siempre actúo con la verdad en la mano, por delante, a los ojos de todos, sin renunciar a los principios que soportan esta ínfima levedad, esta vida, que va ya atravesando su medianía.  

domingo, 4 de septiembre de 2016