martes, 16 de febrero de 2016

ANOCHE, de insomnio súbito, sonámbulo de estrellas, leía. Leía a Dante y en ese proceso, leía la transparencia. Me preguntaba si en la búsqueda de la lectura (porque la lectura es búsqueda y fin, origen y estación celeste), en la consciencia de esa trance cabe la renuncia voluntaria. 
En otras palabras, si un mortal ha comenzado el camino de la búsqueda y ha tenido consciencia de ello mismo puede, a la postre, bifurcarse. Hay poetas que estuvieron y ya no están en la poesía; poetas que escribieron la senda del río rumoroso de la existencia y queda un derrumbe de ellos.
tal es así que la lección es diáfana: silencio, un silencio nutricio. Soledad...ay, soledad, sonora.