jueves, 19 de septiembre de 2013

NO corras ni huyas nunca más; detente en lo contemplado. No aligeres el viento que golpea tu rostro ni memorices las constelaciones que ves en la noche. No trates de evadir tu kharma ni de imponer el triste encuentro con la falsedad. Todo lo que ves y todo lo que deseas está en ti. La carrera eres tú mismo, tú solo eres el mundo posible, el destino, el origen te habita.. Desde ti irradia el ser que armoniza tu estación.