Suena el tiempo detrás
de tus pisadas
y toman posesión de tu
presencia
más allá de los pasos
perseguidos;
está el tiempo en tu
carne y en tu consciencia
de la lengua impregnada en
lo invisible.
Como música sin sonido
tocas
solo el perfil y el
sueño de las cosas
profundas; huyes ya en
llamarada
hacia ti mismo, ser sin
ser, sin tiempo
en el arco tañido de la
muerte.
[…]