domingo, 28 de abril de 2013

APARECIÓ Claudio Rodríguez lanzando improperios a todos. Al principio, no supe qué ocurría, qué estaba pasando con todo aquello. Hoy sigo macerando el acto y las palabras. 

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Afirma M.Z. que en la busca de verdades filosóficas se encontraba con revelaciones poéticas. Es el trayecto de la ética, sustancia de la Filosofía, a la estética. Uno, desde su pequeño reino de falsedades, comenzó en la estética y aún está recorriendo el camino hacia la ética. Es, en ese circuito especular, en el que el mortal puede llegar a comprender su naturaleza. Creo que no existe un lugar de llegada, sino que en las visiones  y en los símbolos del movimiento sucede todo. La virtud del poeta es de naturaleza visionaria, si no contempla los que va sucediendo y espera llegar a una clarividencia, jamás escribirá ni dictará palabra alguna. La poesía es acto y respuesta. De la estética a la ética y viceversa. Conjunción y armonía.