EN El texto del "Quijote", Destino, (2006), en que Francisco Rico deja a las claras todos los pasos que el texto de Cervantes sufrió desde que salió de sus manos hasta nuestros días, se pueden leer aclaraciones y estudios sobre temas consabidos que, cuando menos, son sorprendentes y renovadores. Los comparto aquí.
"Del puro sentido común viene, pongamos, la confianza en que incluso "El Quijote" que se lee en las ediciones más desaliñadas responde en conjunto, a grandes trazos, a la voluntad del autor; pero de sentido común es igualmente que no podemos depositar esa misma confianza en todas y cada una de las palabras del texto en ninguna edición. ¿Quién nos dice que Cervantes no escribió "En una aldea de la Mancha" y el copista o el tipógrafo no lo alteró con un sinónimo? [...] Pese a todos los pesares de la opinión corriente, no es lícito conjeturar que el taller de Juan de la Cuesta manejara los manuscritos autógrafos del Quijote, porque tal proceder habría ido contra los usos y costumbres de la tipografía de la época, cuya regla para las primeras ediciones era que la imprenta trabajara con una transcripción realizada por un amanuense contratado al efecto.[...] El ingenioso hidalgo de la Mancha, el título de último minuto elegido por Cervantes con la obra básicamente acabada, no contiene el nombre de "Don Quijote", por imposible que parezca imaginar una cifra más ajustada del libro entero y aun de su papel en la historia de la novela".
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