"Muchas veces he soñado con escribir sobre París un libro que fuese como un largo paseo sin objetivo, uno de esos paseos en los que uno no encuentra nada de lo que busca, sino un buen número de cosas que no buscaba. De hecho, sólo de esta forma me siento capaz de abordar un tema que me desalienta y me atrae por igual. En efecto, la ciudad sonríe sólo a quienes se le arriman y curiosean por sus calles. A ellos les habla en un lenguaje tranquilizador y familiar. Sin embargo, el alma de París sólo se revela a distancia y desde lo alto, pues es en el silencio del cielo donde puede oírse el gran grito patético de orgullo y de fe que eleva hacia las nubes".
París, Julien Green, Valencia, Pre-textos, 2005. Traducción de Tomás Fernández Aúz y Beatriz Eguibar.
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