viernes, 7 de marzo de 2014

DE Simone Weil hay pocas cuestiones que no me provoquen turbación, sin embargo, destaco las notas que Simone escribió en Londres en 1943. En ellas podremos encontrar simientes verdaderas de las que poder conducir el pensamiento y la palabra: "El paso a lo trascendente se produce cuando las facultades humanas -inteligencia, voluntad, amor humano- tropiezan con un límite, y el ser humano permanece en ese umbral, más allá del cual no puede dar un paso, y esto sin apartarse, sin saber lo que dese y tenso en la espera", palabras de Weil indicando el estado en que solía dejar de ser para ser.
Platón está inexcusablemente en muchos de sus escritos. En no pocas ocasiones, Simone se hace digresiva para entonar una especie de severo juicio sobre la condición del mortal. Hoy, esta noche, me he acordado de un ser al leer estas palabras: "La realización pura y simple de los actos prescritos, ni más ni menos, es decir, la obediencia, es al alma lo que la inmovilidad al cuerpo".  

La humildad es una cualidad extinguida en la literatura. Sin embargo, a poco que uno lee a los grandes hombres que han jalonado la evolución artística de los hombres es notorio que la humildad es una virtud inherente a los genios. Quizás la humildad es una suerte de consentimiento en vida de la muerte, una aceptación tácita y prematura de la nada inerte que somos. 

Sigo leyendo la edición milanesa de Zibaldone di pensieri de Leopardi. La sintaxis subordinada capitanea todos los textos, lo que hace que las traducciones que uno va lanzando a medida que lee se compliquen en demasía. Los conceptos se engarzan unos con otros mientras el lector asiste a un espectáculo del ingenio. A veces, a un desarrollo demasiado elevado y sublime para este humilde lector. "La parola è un´arte imparata dagli uomini, pricnipia un texto Gioacomo que, cuando va a llegar a coda final, concluye: "Il silenzio è il linguaggio di tutte le forti passioni, dell´amore, dell´ira, della  maraviglia, del timore". Párrafos, notas, palabras que indagan en la condición única y poliédrica del hombre.