domingo, 25 de diciembre de 2011

AYER, mientras cenaba, quise imaginarme que Unamuno estaba en la mesa con nosotros. Sus gestos, sus silencios, sus palabras embadurnadas de una profunda melancolía...sucedía este sueño mientras el bullicio y el desconcierto lo inundaba todo. 
La escena había tomado en el sueño el color del tinto que tomaba, incluso las imágenes parecían tener un regusto a tinto de reserva. Esta sinestesia duró varios minutos, momentos lentos y apagados que hicieron, de la algarabía, un momento de servidumbre a la literatura. 

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EL año 2011 va cerrando sus goznes, pero en nuestra familia, es decir, en el hogar que compartimos M:C. y yo, una luz blanca que viene de lo oscuro, nos ha cambiado los cauces de la vida. en el origen de la vida, el agua, la noche, la música.