AYER, mientras cenaba, quise imaginarme que Unamuno estaba en la mesa con nosotros. Sus gestos, sus silencios, sus palabras embadurnadas de una profunda melancolía...sucedía este sueño mientras el bullicio y el desconcierto lo inundaba todo.
La escena había tomado en el sueño el color del tinto que tomaba, incluso las imágenes parecían tener un regusto a tinto de reserva. Esta sinestesia duró varios minutos, momentos lentos y apagados que hicieron, de la algarabía, un momento de servidumbre a la literatura.
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EL año 2011 va cerrando sus goznes, pero en nuestra familia, es decir, en el hogar que compartimos M:C. y yo, una luz blanca que viene de lo oscuro, nos ha cambiado los cauces de la vida. en el origen de la vida, el agua, la noche, la música.