Los medios de comunicación nacionales recogen hoy una noticia de la que extraigo varias conclusiones que, me temo, venían germinando de un tiempo a esta parte. La mafia, los asesinos, los delincuentes y demás parásitos de la costra miserable de los hombres, se están cobijando en la lucha nacionalista que fermenta en España tomando como coartada las cauces del nacionalismo para llegar a otros fines. Así, la carta que ha recibido Alberto Rivera -Albert Rivera-, cara visible de Ciudadanos por Cataluña, con una bala en el entrecejo de la que choreaba sangre, amenazas de muerte y una conminación a que abandone la política, es una demostración de los extremos a los que llega el fundamentalismo político. sábado, 22 de septiembre de 2007
CONSTANTES
Los medios de comunicación nacionales recogen hoy una noticia de la que extraigo varias conclusiones que, me temo, venían germinando de un tiempo a esta parte. La mafia, los asesinos, los delincuentes y demás parásitos de la costra miserable de los hombres, se están cobijando en la lucha nacionalista que fermenta en España tomando como coartada las cauces del nacionalismo para llegar a otros fines. Así, la carta que ha recibido Alberto Rivera -Albert Rivera-, cara visible de Ciudadanos por Cataluña, con una bala en el entrecejo de la que choreaba sangre, amenazas de muerte y una conminación a que abandone la política, es una demostración de los extremos a los que llega el fundamentalismo político.
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