No busca uno con la escritura nada más que la excitación sostenida y en silencio, la circulación de pensamientos e ideas que abriguen, de la mejor forma posible, ciertas aspiraciones literarias que se fraguan en el silencio caramelizado de las grafías. Pero también, mediante la amistad y el aprecio, se siente uno bajo el hechizo de una euforia momentánea, sobre todo cuando un amigo reconoce a la luz pública los logros que jamás vislumbré. Hoy publica ABC de Sevilla un artículo (pincha aquí) de Fernando Iwasaki en que se nombra esta bitácora. Quede aquí mi agradecimiento, mi emocionada gratitud.
De las bitácoras que menciona Iwasaky, sin duda, me quedo con esta, que sigo hace tiempo (por recomendación de Juan Antonio, el profe) aunque no comente. Enhorabuena, pues.
ResponderEliminarSinceramente, mil gracias, Octavio, la sorpresa es doble.
ResponderEliminarEstupendo, niño. Viva Iwasaki, viva el Trópico de La Mancha.
ResponderEliminarUn abrazo, también, emocionado.
Un acto de justicia.
ResponderEliminarSaludos,
Diego
Diego, gracias miles como un arpegio menor. Iván, en París nos vemos. Saludos.
ResponderEliminarEra virgen de esta bitácora. la experiencia ha sido muy placentera y prometo reincidir. bien por Iwasaky y el Síndrome de Chéjov(la bitácora), que me trajo hasta aquí.
ResponderEliminarSalud,
Felicidades, Tomás, por los merecidos elogios que te dedica Iwasaki. Además, siempre da gusto andar en compañía de otras bitácoras tan cuidadas, con las demás que alaba.
ResponderEliminarA Doug y Fernando, gracias miles.El placer es mutuo.
ResponderEliminarSaludos.