lunes, 13 de mayo de 2013


ESCRIBIR, escribir  no es más que una marca de la existencia. Escribir demuestra que el hombre es en su consciencia, en el trabajo de la reflexión y de la creación.
Leer es el sustento para comprender los cauces expresivos: cuánto enseña Platón y cuánto Cervantes, nos muestran magistrales fórmulas de la creación. Y el hombre, el artista, en mejor decir, dirime entre la mera expresión connatural de su existencia y la creación; afluentes del espíritu, pero materias de distinto alcance con el resto de la humanidad.

Todo el día jugando con E. He tocado sus manos, he olido su cuerpo sin descanso, hemos sonreído cuando ella lo requería. La vida por delante, tan natural y grácil, que termino el día emocionado, cargado de emociones y con las manos repletas de pureza y existencia.
  

Sunny side of the street suena en el sótano mientras termino de leer algunas páginas de Stefan Zweig y de escribir en los márgenes algunas impresiones sobre Cicerón y sobre Haendel. Nunca he sido más pleno que en los márgenes de los libros.