jueves, 23 de mayo de 2013

LLEVO en la maleta del trabajo un libro. Divina Comedia, de Dante, se ha convertido en el texto analógo al texto que es el mundo, que leo en el mundo cada mañana. Imago mundi, este libro es un compendio de todas las escalas del ser, por eso su lectura debe realizarse con la claridad del espíritu y no de la mera erudición. Hay que poseer una predisposición para hacer de su lectura no un mero y frugal ejercicio, sino una verdadera creación. 
  
En ocasiones, cuando presiento que el día ha resquebrajado en demasía la vida, es decir, la esencia de la vida, lo abro. Necesito reconstiturme entonces, volver a edificar el ser. Con él brota de nuevo el deseo y la fraternidad.  Es un bálsamo inmediato, pues es un libro que transforma al individuo de la sombra a la luz. 

En el "Canto XXXIV", de Infierno,  puede leer uno el pasaje final teniendo en la memoria las páginas de La República, de Platón. Unos hermosos versos que dicen:

Mi guía y yo por esa ocualta senda
fuimos para volver al claro mundo;
y sin preocupación de descansar,

subimos, él primero y yo después,
hasta que nos dejó mirar el cielo
un agujero, por el cual salimos
a contemplar de nuevo las estrellas. 

No es casual que las tres partes en que se divide la Commedia concluyan con el mismo término: "estrellas". No son pocos los vocablos simbólicos y trascendentes que guarda este fragmento: "oculta", "senda", "volver", "claro", "mirar", "cielo", "contemplar", "estrellas". Conjugados todos forman una cabalística interpretación del espíritu humano y es por eso que, a poco que uno atisba dentro de sí la razón luminosa que se armoniza en las palabras, queda rendido y humildemente embelesado ante la belleza poética y la verdad revelada. 

Se produce una metamorfosis justa del alma, pues siempre queda la reminiscencia del centro indudable de la poesía. Un recuerdo fecundo que no posibilita para la creación, antes al contrario, sino que ayuda a discriminar la literatura de lo que no lo es. Es tal la claridad en este caso, tanta la naturalidad con que el juicio se configura...