sábado, 11 de mayo de 2013

NOTA escrita en el margen de un cuaderno: me pregunto si los escritores, los que gustan llamarse así, han leído alguna vez a Platón o a Rilke o a Cervantes. Sí, muchos dicen que lo han hecho, pero con el tiempo tengo más claro que la lectura es una acción cualitativa de la consciencia y no cuantitativa. Hay muchos que leen mucho pero que, a la postre, han asimilado muy poco para su propio entendimiento.  También me pregunto si alguno, en cierta ocasión, ha puesto en duda su condición de poeta o de novelista o dramaturgo y si no ha realizado el ejercicio de tantear, desde fuera de su ego, las solemnes majaderías que dicen y escriben. La humildad es una matriz olvidada en la literatura actual y el ridículo una condición exaltada por los mediocres y siniestros. .