Antes de que mi cuerpo se entregue al derrumbe del sueño, necesito escribir. Escribo y no sueño. La noche es un arco insondable. No sé que quiero dejar escrito; tampoco si es moral hacerlo ahora: la moral del escritor es una solitaria que sobrevive en los intestinos.
La noche es ahora un huidero insoslayable. Todo es apéndice. El universo un dédalo de luces y algoritmos.
Mihi quaestio factus sum, digo con San Agustín. Sí, estoy hecho un enigma. Un aire distinto me respira. Me siento en las branquias de la noche.
Mihi quaestio factus sum, digo con San Agustín. Sí, estoy hecho un enigma. Un aire distinto me respira. Me siento en las branquias de la noche.
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