domingo, 15 de febrero de 2015

UN POETA debe dejar destellos de sus pasos, no evidencias, menos aún, pruebas.

Lo que llaman real queda acotado a lo que pueden imaginar que es real.

"Por eso, querido amigo, ame su soledad y aguante el dolor que le causa, con queja de hermoso son", Rilke, 16 de julio de 1903, Worpswede (Bremen), Briefe an einen junten Dichter.

"La lengua de las flores y de las cosas mudas", Charles Baudelaire, Les fleurs du mal.