jueves, 8 de octubre de 2015

¿PUEDE EL ARTE provocar consecuencias terapéuticas? Así lo creo en estos días, vivamente percibo la terapia armónica del arte. Es fácil y perceptible, consiste tan solo en respirar el mundo en tu respiración, en armonizar el mundo en ti mismo, en entender que nada eres, acaso éter, murmullo de la transparencia, en este suceso incomprensible del cosmos. 

Concorde, el corazón puntúa tu secuencia en el mundo.


Siempre que leo a Paul Valéry me invaden unas ganas tremendas de dejarlo todo para dedicarme al todo. Quizás va llegando el momento en decidir a qué pertenezco, si al rugido inmisericorde de la sociedad o a la recoleta vida de anaqueles.