ESCRIBO desde la madrugada: otra noche de insomnio, otra estación en verano en que no puedo dormir. En estos casos acudo a J.R.J., pues lo imagino con los ojos abiertos, en la noche, agasajando el frío de la madrugada con el pensamiento furtivo de poesía. Leo en su alameda verde dos sentencias que hasta ahora habían pasado inadvertidas, pues no las tenía subrayadas:
"Respetemos nuestro propio secreto".
Y
"Secreto y transparencia".
En efecto, lo misterioso individual en lo diáfano universal. ¿qué es, si no, la poesía? J.R.J razona siempre desde el elemento estético, recuerdo aquellas palabras que venían a decirnos que con la Belleza hay que vivir y morir a solas. Así sucede con la lectura, un acto individual que transforma al individuo en pluralidad. Ansiada dilución del yo en las aguas dispersas de la condición humana.