Indica Stravinski que al
artista le falta la sensación misma de la cosa. Después de leer la sentencia me
veo en la incertidumbre de trasladarla a las letras a sabiendas de que la
música actúa en otra dimensión de conocimiento y de belleza. Sin embargo, esa
falta de sensación misma de la cosa es la falta de conocimiento de la cosa
misma. En otras palabras, J.R.J. desarrolló su obra volcando sus esfuerzos en
esta finalidad. El resultado, como en otros poetas como Baudelaire, Rilke o,
anteriormente, Dante, es una obra artística que ha proclamado una vía de
acontecimientos estéticos. Esos acontecimientos estéticos están prensados por
una continua reflexión y un muy profundo acercamiento a la filosofía. Es el
caso del mismo Stravinski, de quien me subyugan más sus reflexiones que su
música. Por ejemplo, dice Stravinski: “melodía es el canto de melos, `trozos de
frases´. La capacidad melódica es algo que no podemos desarrollar con
estudios". Estas palabras valen más que cualquiera de sus atrofiadas
melodías.
Por tanto, todo arte supone un trabajo de selección. Esa selección puede
empezar a funcionar antes de la ejecución, pero casi siempre sucede durante la
ejecución, esto es, es la ejecución la selección misma.