"UN CERTO gusto...del bello o del brutto", así afirma Aretino, en 1557, en el volumen titulado Dolce. Representa este aserto una síntesis de lo que Peter Burke denomina "El gusto" en la etapa renacentista y que con tanto tino expresa en El Renacimiento italiano (Cultura y sociedad en Italia).
El lector comienza a leer estas páginas para tratar de comprender, con todas las aristas posibles, cómo funcionaba el arte en otras etapas, periodos elogiosos y que terminaron por producir textos y obras artísticas de incuestionable validez. Leo y releo las ideas del Reancimiento, el contexto cultural que englobaba a los artistas, las reflexiones que circundaban a las creaciones, las lecturas que de tiempos pasados hicieron estos autores.
Cae uno en la cuenta de la cultura que se manejaba en el mundo artístico y lo confronta con los referentes actuales. Me fascina sobre todo la interelación de las disciplinas artísticas y la consciencia de los creadores en atender a las diversas manifestaciones como forma estética de entender, complementariamente, el mundo. Esa cosmovisión frente a la decadencia lectora de la actualidad me congratula y acerca más a unas lecturas que a otras. Y me hace escribir, en este diario, que no es poca cosa cuando faltan los estímulos. Como decía Pietro Bembo: Belleza=Naturaleza=Razón=Antigüedad.