martes, 30 de agosto de 2016

La lectura es siempre eterno retorno

LA lectura es siempre eterno retorno. La visión onírica es la plenitud de la memoria. 

Después de catorce años de silencio, Rilke escribió Las Elegías. 

Tras la consciencia, Valéry comenzó a escribir de nuevo; habían pasado veinte años de silencio. 

Leo todo esto y me quedo perplejo, cariacontecido. La valentía y la finura del ser en esos actos valen ya la obra misma. Dos hombres nada temerosos a la muerte, al paso por la vida en la cuerda floja, sin red. Si hay obra debe ser superior a la vida; si hay obra, debe pertenecer a su Tiempo, al de la permanencia. 

Hoy presiento que debo comenzar a callar delante del oráculo. Escuchar, reflexionar, leer cómo naturaleza acontece. Naturalidad ante lo inmenso; nunca pertenecimos a lo permanente como seres; tan solo nuestras ideas y propuestas pudieran llegar a serlo para los demás, pero no tendremos evidencia de ello en vida.