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La escritura termina donde todo comienza.***
Un sueño es un bostezo de la imaginación: se abre, lentamente, y se cierra hasta nunca.
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La muerte es un don de la vida, esa es su naturaleza. Ser mortal es asumir la muerte; escritor, narrar la vida que llevarás cuando mueras.***
Hay algo de necrológico en la escritura, será tu identidad para siempre.
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El crítico disecciona; el lingüista establece sus características como ser; el escritor conmueve.
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Decir al límite sin que exista el límite.
Son fantásticos todos, Tomás. El de la muerte copmo don de vida, especialmente brillante a mi juicio (por cierto hay una erratilla).
ResponderEliminarSaludos. Te leo desde hace algún tiempo pero este es el primer comentario que hago en tu blog. Sólo decirte que me han encantado las dos primeras; y la última me parece magistral.
ResponderEliminarMuchas gracias a los dos por vuestros comentarios, sinceramente. Salud.
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