Leo a Emerson congraciado con su defensa del individuo en Confianza en uno mismo. Además, entre medias, voy leyendo El Quijote. En esta lectura de la obra de Cervantes, he visionado en sus páginas un alegato primoroso y rotundo hacia el individuo. Entre Emerson y Cervantes voy conjugando el pensamiento con la ficción, la vida con la literatura. No en vano, este diario debe su nombre a la magna obra de nuestras letras, ese espacio en que confluyen…en que nunca encuentro nada parecido a lo que sucedió, en que todo es abismo y excitación del ser.
Dice Emerson: “Ser grande es ser mal comprendido”. Lo escribe así porque sus páginas derrochan esfuerzos en desarrollar el inconformismo, el vitalismo o la intuición como forma de sabiduría. El hombre es infinito, esa es la consigna de Emerson para alcanzar una ética insobornable, íntegra, individual. Sólo de esta forma, desgajándose de todos los amarres sociales y de la tradición, de todas las liturgias sociales, podrá comenzar a desarrollarse. A ser hombre. A llegar a ser, en conclusión. En algunas páginas repite: “Sólo la vida importa, no el haber vivido” y no puedo entender el haber vivido sin haber leído y escrito.
Dice Emerson: “Ser grande es ser mal comprendido”. Lo escribe así porque sus páginas derrochan esfuerzos en desarrollar el inconformismo, el vitalismo o la intuición como forma de sabiduría. El hombre es infinito, esa es la consigna de Emerson para alcanzar una ética insobornable, íntegra, individual. Sólo de esta forma, desgajándose de todos los amarres sociales y de la tradición, de todas las liturgias sociales, podrá comenzar a desarrollarse. A ser hombre. A llegar a ser, en conclusión. En algunas páginas repite: “Sólo la vida importa, no el haber vivido” y no puedo entender el haber vivido sin haber leído y escrito.
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Leo sorprendido que Rilke tuvo etapas de creación, de máxima creación, en Capri. Cuando estuve allí, jamás me imaginé que el poeta hubiera estado paseando por aquellas recoletas estancias. Incluso pensó en un proyecto literario que llevaría por título Cuadernos de Capri. Reviso, debido a estas noticias, mis fotos y recuerdos de la isla. Imágenes, luces, paseos junto a M., la travesía desde Nápoles contemplando toda la costa, y una límpida sensación de pureza. Sí, una límpida sensación de pureza, de no sé qué aire vibrante, qué piedra tallada al viento, qué voz rota en dos mitades como las flautas en Grecia.
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Y la sensación que se esconde en la lectura de El Quijote. Un autor desvaído, mutilado de vida, sirviente de la ficción en su plenitud individual. Un hombre en carne viva, que ofrece con su literatura los más altos sones de la ficción imbricadas con lo humano.
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Y, cruceta copulativa, tirachinas del verbo, yuxtaposición del espíritu.
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€, emblema del suicidio.
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&, corte de mangas asociado.
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