UNA estampa: es un son, una música encendida. Apenas se silabea en silencio, en ese pentagrama secreto de la poesía, el lector forma parte de la composición. Recita el madrigal una y otra vez, sin descanso, sin apenas detenerse en las palabras. Las vihuelas del cuadro de Caravaggio parecen estar sonando; es el ritmo ya quien lo lleva y sustrae. Es el conjunto armónico, la palabra, la música secreta, el silencio lo que estaciona el ser. Mágica escisión del hombre. Lectura, vida, misterio.