LLEVO unas semanas reflexionando sobre el tópico de la consolatio. La consolación es el
encuentro entre el dolor y la razón. Todos los que han trabajado con este
concepto en sus obras han intentado establecer una división entre este mundo y
otros mundos. La tierra, por ende, es el destierro; el destino verdadero y
puro está en otro lugar o quizás es utopía y solo reside en la misma idea.
Así la emoción del infinito –que es el razonamiento de esa
utopía- no puede expresarse sino después, cuando ya no se siente. Ante la
imposibilidad de comprender lo que no se muestra ni desvela, el poeta necesita
sobrevivir, subsistir en la sabiduría que interpreta y rememora esa realidad
nonata.
El poema, entonces, es un intento de relatar el encuentro
entre la razón y el dolor, la razón luminosa y el dolor connatural del mortal
que sabe de su condición.