miércoles, 24 de septiembre de 2014

TUMBADO, casi sin poder moverme, recelo de mi cuerpo. Lo encuentro tan débil y postergado. La fiebre siempre detona un estado de excitación: los ruidos me fragmentan, los olores me invaden, mis extremidades se vuelven ramas al viento. 

El propio Eliot había escrito: "The end is where we start from". Aserto que se ajusta al comienzo de sus Four quartets. No es de extrañar el sumo interés del poeta por la poesía de Dante; de ella no solo escribió sino que reelaboró, en no pocos versos, pasajes de su obra. Sin embargo, Eliot expresa una idea atractiva sobre las influencias literarias cuando se refiere al italiano. Señala a algunos poetas que, en momentos puntuales, le sirvieron para mejorar este o aquel aspecto, para poder incorporar en su voz tal o cual recurso. Con Dante esa influencia es total, permanente, inagotable.

Sigo leyendo a Citati. Sus libros no se limitan a la exégesis literaria pues su lectura es una lectura plural de las artes y de la condición humana.