CUANDO necesito recobrar fuerzas para leer, para seguir leyendo, acudo a Valéry. Cualquier página de sus diarios supone un estímulo, una gratificación para continuar con la lectura y con la aplicación de la inteligencia a la lectura. No en vano, interlegere, el étimo de "inteligencia", significa en puridad leer entre líneas y la semejanza entre uno y otro término es de concordia semántica extraordinaria.
En 1945 Paul Valéry anotaba en sus Cuadernos: “el lector de hoy sólo quiere y soporta lo que no vale más que para hoy”. La enseñanza del autor francés, llevada a nuestros días, es de una lucidez enorme. Así es, el lector de hoy se ha acostumbrado a leer lo que no vale más que para hoy.