ESCUCHO a Chabela Vargas, las simples cosas. Uno se despide muy sensiblemente de pequeñas
cosas. Porque uno vuelve siempre a los sitios donde amó la vida. Lo hace para
comprender la ausencia de las cosas amadas, de las raras bellezas sumergidas en
los ojos.
Las simples cosas que quedan doliendo en el corazón y que forman signos y destellos en la memoria. Porque uno vuelve siempre, como en poesía, a los sitios transitados antes de vivir, antes de morir.