UN poema, en la mañana, de Alberto Caeiro, alumbra el vano amanecer sin estrellas. Lo leo con detenimiento, asiendo en las profundidades de mi espíritu, el asiento inexistente que calculo un vacío extremo:
¿Qué es el presente?
Es algo relativo al pasado y al futuro.
Es una cosa que existe en virtud de que existen
otras cosas.
Yo quiero solo la realidad, las cosas
sin presente.
No quiero incluir el tiempo en mi haber.
No quiero pensar en las cosas como presentes;
quiero pensar en ellas como cosas.
No quiero separarlas de sí mismas, tratándolas de presente.