lunes, 29 de octubre de 2012

ÁCRONO, el centro es ácrono; en sus aires los adverbios se desustancian. Búsqueda, movimiento teleológico; como Platón, unidad inmóvil;  y celeste deseo, como el Renacimiento en Florencia. Una ciudad de azules y de melancolías, caída en el cuerpo del mármol prendido. 

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ME llega un libro de A.G.L. y del pintor Tosar Granados. Es una deliciosa edición de Ediciones del Centro. Se titula Cineraria y la pintura comparte espacio con los versos del poeta de Rota. En esta ocasión, los poemas presentan un afán de brevedad y de conmoción que me sorprende. Poemas breves, pero dirigidos a la esencia. Debe ser que la senectud es el estado de la concordancia con la palabra justa:

La boca cierra para siempre y calla,
y entrégale al silencio tu impostura
sintiéndote feliz en cuanto eres:
cálamo de indigente y luz mendiga
que nunca historia habrá, fortuna nunca.