ES cierto que Montaigne alzó las vicisitudes del yo por enima de las endebles prosificaciones de la vanidad; hizo de la experiencia personal la materia de la ficción, de lo vivido lo escrito. Pero no podemos olvidar que la Commedia, de Dante, es toda ella, una expresión en primera persona. jamás se aleja de este artificio gramatical que, cuanto más lo pienso, más aproxima a Dante al centro. Cuanto más cercano al fin de su trayecto, más turbado, cuanta más claridad poseía sus jos, más osucridad en el alma.
estas lecciones van más allá de la mera ficción, sobrepasan la experiencia lectora y llegan a razonar lo que nos sucede en la vida. Paul Valéry: " Las palabras forman parte de nosotros más que los nervios. Noconocemos nuestro cerebro sino de oídas".
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De un tiempo a esta parte no soy puesto que no he escrito nada como ser. Han sido todo minucias, arrebolados pintajos de poca importancia. No he sido, pues no he escrito. La memoria de ese inexistencia ha despabilado la manía de ser, de escribir y, sobre todo, de leer. Parece que uno viviera de soslayo, demediado, la mayor parte de sus días y que, tan solo en algunas momentos, el ser se manifestara plenamente o, al menos, lo que recordamos de esa manifestación. ¿Cómo fue? No lo ecuerdo. ¿Volverá a estar? No depende de mí, de este que se enrosca en sus torpes obsesiones. No sé ser, no sé escribir. Tan solo aspiro a leer.