PUEDE el escritor atisbar cuál es la naturaleza indudable de la sustancia artística, pero existe un ir más allá que conduce al interior nunca explorado de uno mismo, allí donde se resguardan las incógnitas del hombre. La pregunta esencial y que decide la dimensión de la obra del escritor, -y del artista verdadero en general-,: ¿cuál es la naturaleza del centro indudable?