jueves, 24 de enero de 2013

ESCRIBO con solo un dedo mientras sostengo a E. Ella no deja de abrir y golpear el libro de Valéry. Juega, juega con la cinta que sirve para separar las páginas, para dejar marcada la página por la que uno iba leyendo o a la que uno acudió por última vez. Cuánto desearía leer como juega E. 

Abre sin querer el volumen por la selección de textos que tratan sobre la conciencia y leo: "es una operación que tiende a trasladar una respuesta de origen no declarado. Lo que acabo de ser, necesita de lo que fui antes y éste exige lo que voy a ser". Y concluye: "La conciencia es percibir lo posible".