DESDE esta mañana me invade un miedo enorme, que nunca antes había atravesado mi cuerpo y mi alma. Es un miedo gozoso, pero sobre todo un terror que zumba y zumba en el silencio. Pareciera una consciencia ajena a este cuerpo mío, a estas manos mías que pretenden la alfarería del espíritu. Ars vivendi...
Para contrarrestar esta sensación amontono encima de la mesa algunos libros: Dante, Montaigne, Lucrecio, Platón, Rilke,...leo, leo y leo. Es lo único que entiendo y que soporto en estos días. Leer: actuación viviente.