jueves, 30 de enero de 2014

EL texto se titula "El mejor amigo" y fue escrito por Juan Ramón Jiménez en 1935. En él podemos leer unas declaraciones excitantes, al menos, para quien ame la soledad sonora del encuentro con uno mismo. 

"Te prefiero,[...], para todos los días a cualquier otro amigo hombre. [...] me das la compañía y no me quitas la soledad (esto que también te digo tanto) y, al revés, me consientes la soledad y no me dejas sin compañía".

Se dirige a Platero y es un hermoso letargo lírico que desdobla al sujeto. Es una estampa de dimensiones estéticas plásticas, que desorbitan lo esperado por el lector: "Juntos oímos los pajarillos lejanos, olemos las rosas, bebemos en la fuente, callamos, comemos naranjas, sonreímos, miramos las nubes, nos revolcamos en la yerba; todo eso que dicen por ahí, en las reboticas, que no es propio de hombres". 

El poeta se proyecta, con afán panteísta, sobre la realidad toda, abarcando la realidad en todas las dimensiones posibles, ínfimas e inmarcesibles. Con el predominio de los verbos ("oímos, olemos, bebemos, callamos, comemos, miramos, nos revolcamos") el poeta despliega y agudiza las acciones humanas en apariencia menos trascendentales para revestirlas de solemnidad e importancia.   

Hay, por último, una expresión casi inapreciable por el lector y que tengo para mí como un giro propio del poeta moguereño, a saber: "os gusta también todo eso tan delicado que a mí también me gusta, y no se avergüenzan de ello . Lo delicado, Platero, ¡que problemita!".

El problemita de lo delicado que ha confundido a tantos poetas lectores que quisieron reducir a J.R.J a un barbudo exquisito, hiperestésico y no encontraban al enorme poeta, voz y epítome de la claridad en poesía. 

*** 

En un verso de Luis Rosales leemos:

"Y todo cabe dentro de la verdad"

Es una poética comprimida en un verso de reminiscencias bíblicas y que con tanto tino insertaba Rosales en sus poemas. Sin embargo, me detengo y subrayo un pasaje que entronca con Platero y yo y que, en resumidas cuentas, sugiere la realidad única a la que se refieren los dos poetas de formas tan distintas, a saber:

"[...]
Al llegar este instante he comprendido
que, a veces, es preciso descansar de vivir,
que todo vuelve,
que todo ha de tener, al fin, la estatura de un niño
[...]"


Quizás la poesía, me digo, es una forma múltiple del mismo origen. Transformación y permanencia.