VIVIR para ser. SER para vivir. VIVIR-SER. SIENDO-VIVIR...balbuceos.
Hoy me ha preguntado E. por qué estaba mirando tanto tiempo por la ventana. Ella no atisbaba a entender que observaba cómo dos gorrioncillos peleaban por un mendrugo. Toda una batalla de aleteos, de sueñs iracundos, de idas y venidas. Ella sonreía y, mientras daba con sus ojos en mi cara, al volver la vista sbre los pajarillos, se habían marchado. Solo quedaba el mendrugo, despedazado. Miraba la metáfora, E., la metáfora.