viernes, 13 de julio de 2012

ESCRIBO en la madrugada y trato de hacerlo con la consciencia preñada de destellos en la noche. Reviso algunos textos y dejo la mayoría olvidados, por fraudulentos. En este espacio una música veladamente sinfónica recorre sus ángulos. A ella entrego la voz silenciosa, a ella dedico las estaciones y las azucenas.