HABRÁ una entrega y unos dones, una encrucijada confusa y permanente, el reproche de los malandados, el viraje de los que tenían virtudes; habrá voces, voces ajenas y encadenadas, engañosas sombras; mas una luz profunda, dentro de ti, una música de silencios armónicos, de respiración y lucidez que no verá nadie, que no escuchará nadie más que tu hondo ser. Diluirte en ella, ser ella mediante la palabra luminosa será tu acción en el mundo.