viernes, 25 de noviembre de 2011

LA poesía llega, sale al  encuentro, habita, se transfigura en el poeta; no es el poeta quien decide, no es el poeta la voluntad que desea, es la poesía la que nos desea, la que nos aparta o redime para siempre, la que nos insufla su esencia y nos otorga la claridad que debemos salvar en ella, con ella.