martes, 8 de noviembre de 2011
SER para siempre y nunca haber sido. Esa es la
ambigüedad de la vivencia del hombre que es capaz de crear poesía, pues nunca
habrá sido en su vida más que en una nota pasajera; sin embargo, el
arte concede el ser siempre, eterno, perenne. La belleza muore nella vita, ma é inmortale nell´arte, decía
Leonardo.