DE rígida azucena
contenida, del rumor trashumante de la noche provienen estas señas del prodigio
de sentirse vivo. Respiro inspiro tierra humedecida por los brotes ocultos de
la noche, por los salmos ungidos de la noche. Es tentación y quiero su
presencia. Vienes toda de luz y de jazmines. Son tus llamas retiro y armonía de
los sones profundos sometidos al alma.