sábado, 8 de octubre de 2011


DE rígida azucena contenida, del rumor trashumante de la noche provienen estas señas del prodigio de sentirse vivo. Respiro inspiro tierra humedecida por los brotes ocultos de la noche, por los salmos ungidos de la noche. Es tentación y quiero su presencia. Vienes toda de luz y de jazmines. Son tus llamas retiro y armonía de los sones profundos sometidos al alma.