DEL coro de los ángeles hasta los serafines, de los arcángeles a los tronos.
Prudencia, justicia, piedad. Contemplativos. Mercurio, Venus,
Marte hasta el Empíreo…y como su verso: “Arte ni obra nunca te mostraron/ mayor placer […]”.
Las horas
con Dante terminan por habitar en un estado de la memoria que no se
crea cuando hasta que se produce la experiencia lectora. Hay lecturas que construyen
espacios en la memoria que nunca existieron y que fueron fecundados, principados, por una lectura. Ese es el diapasón de la obra literaria, lo demás es hojarasca .
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LLEGA noviembre y con él comienzo
a escribir poesía. Lo haré hasta mayo, probablemente, ya que, en mayo,
vendrá la luz y la canción. Ocurre desde hace una década y lo
acepto con naturalidad, como quien sabe que los ciclos
se cumplen en una movilidad estática.