EN el Prohemio e carta, del Marqués de Santillana, podemos leer las siguientes palabras: "¿E qué cosa es la poesía -que en el nuestro vulgar gaya sciencia llamamos- sino un fingimiento de cosas útiles, cubiertas o veladas [...]? Más allá de la intertextualidad con el concepto de fingimiento que se ha dado en otros poetas, como Pessoa, ¿no es cierto que, incluso en esos estados prematuros y embrionarios de una lengua literaria, alejada de un planteamiento únicamente estético, el poeta se siente con un material distinto, luminoso e incomprensbile?